Bienvenidos

Sábado 12 de febrero de 2011

Hola !



Hoy , un sabado cualquiera , en febrero de 2011, inicio aqui un nuevo blog para poder ir describiendo los viajes que haga en el futuro, ya que pienso recorrer una buena parte de este mundo maravilloso, en lo mucho o poco que dure el resto de mi vida.
Publicare aqui las cronicas de mis viajes y compartire todo lo relacionado con ellos con quienes querais verlos, con otros viajeros o simplemente contigo, lector casual que te asomas a esta ventana .
Te doy la bienvenida y te animo a seguir leyendo, esperando que mis vivencias te resulten interesantes, utiles o simplemente curiosas.
Espero ser una escritora fiel, puntual a la cita y no dejarme llevar por la pereza o por el "ya lo hare mañana".

sábado, 19 de marzo de 2011

Una vuelta por Sa Peña, Eivissa


La propuesta del ayuntamiento de ver como está quedando el barrio de Sa peña en el centro histórico de Eivissa era perfecta para un primer día de primavera que hacia honor a su nombre. Hacia tiempo que no iba por allí. El concejal  que se encarga de estas reformas dentro de la ciudad patrimonio de la humanidad nos ha hecho de guía. Eramos unas cuarenta personas, algunos nos conocíamos de hace mucho tiempo. Salimos desde el Mercat Vell  y nos llevan hasta la calle Mayor. Pasando por este magnifico edificio llegamos hasta la Peixateria, hoy en obras. Nos dice que se va a convertir en mercado de nuevo pero con dos o tres locales tipo bar- restaurante, con sus terracitas hacia la parte de atrás.
Sa peixateria
Casa Broner
La muralla parece la proa de un  barco
Caminamos hasta la casa Broner, reformada ya y convertida en museo. Broner fue un arquitecto pionero de lo que se ha dado en llamar "estilo ibicenco". En realidad su estilo es "racional" pero es cierto que influyó mucho en la construcción de casas rurales y en apartamentos de los años setenta y ochenta en la isla. Lo mejor: las vistas al mar.
Fachada
A su alrededor todo parece descuidado. Intenta el ayuntamiento darle vida mas allá del verano, desplazar a las 14 familias gitanas que aun quedan allí y que la gente se anime a renovar sus fachadas, bastante descuidadas.
Una calle típica
El mercat vell
Y volvemos a la zona del Mercat Vell donde los sábados por la mañana siempre hay cosas interesantes, hoy una actuación de un grupo de rock "Projecte mut" , con David Serra de Statuas de sal, uno de los grupos mas reconocidos de Baleares. Han comenzado con un aire muy  ibicenco , con sus instrumentos tradicionales para continuar mas rokeros. El ambiente genial. Aquí pongo un vídeo

viernes, 4 de marzo de 2011

Marrakech express



Va a ser esta mi primera cronica en el blog de viajes. La he titulado Marrakech express por el titulo de una cancion de los años setenta, no recuerdo de quien pero sí el estribillo. Lo de express por el hecho de que han sido solo unos dias de inmersion en lo que para mí es un mundo de otros tiempos.
En los proximos dias voy a intentar describir esta experiencia, siempre unica, aunque esta es la tercera vez que visito esta ciudad.
Antes de viajar a Marrakech pasamos un dia en Madrid, donde nunca 24 horas dieron tanto
de sí. En esta crónica tambien describi el "stop over" en esta ciudad.

El primer dia

Cogemos el primer vuelo de Spanair el viernes 25 de febrero con destino a Madrid. Teniamos el vuelo comprado desde hacia meses. Nos vamos directamente al hotel, el Maydrit, de 4 estrellas, por cierto estupendo y baratito: unos 60€ la doble sin desayuno.
De ahí nos vamos al centro y empezamos por un buen desayuno en el "faborit"en la calle San Fernando, un lugar precioso donde saciamos nuestro apetito con una taza de cafe con nata tamaño XL y toda clase de delicias para acompañar.



Despues y hasta la hora de comer damos vueltas por las calles de la zona centro y nos tomamos una cervecita en una terraza al sol. Lo disfrutamos mucho, hace un tiempo totalmente primaveral y estamos todos contentos, con esa sensacion de alegria natural que suele acompañar al principio de una escapada, una mezcla de libertad , emocion, aventura y gusto por estar con amigos. No paramos de reir en todo momento.
A la hora de comer nos vamos al Ginger, en la plaza del Angel. Alli se nos une un amigo que vive en Madrid y que nos acompaña el resto del dia. La comida genial y super bien de precio. El local increiblemente bien decorado.
Por la tarde nos separamos durante un rato y cada cual se va a su bola. Pero nos volvemos a reunir para seguir dando vueltas , entrando en tiendas, hablando y riendo.
A las 8,30 nos vamos al cine a ver "El cisne negro". Nos gusta y nos deja muy agitados, incluso alguno lo paso mal, y de alli a cenar en el unico restaurante que nos atiende , ya que esta todo super lleno. Hay un ambiente estupendo en el centro, todo el mundo esta en la calle, la gente super guapa y un aire de glamour en algunos locales.
Al final del dia volvemos al hotel con la sensacion de que habia pasado mas de un dia, en cualquier caso un dia muy bien aprovechado y, cansados, nos vamos a dormir sobre la una y media de la madrugada.

El segundo dia

Salimos de Barajas con Easyjet a las diez de la mañana y tras 2 horitas de vuelo llegamos a Marrakech a las 11, ya que hay que atrasar los relojes una hora. Nada mas llegar empiezan a pasarnos cosas que no pueden faltar en cualquier viaje que se precie y especialmente en estas latitudes.
Habiamos contratado un shuttle que nos llevaria al hotel por 15€ y esperabamos que estaria el conductor con uno de esos carteles con el nombre de uno de nocotros. Vemos que hay muchos pero ninguno era el nuestro. Esperamos un buen rato. Nadie viene y empezamos a pensar en coger un taxi o el bus que vemos que esta fuera. Yo tengo la informacion de los precios que nos pueden cobrar y nos decidimos a salir a la calle un poco como quien va a la lucha sabiendo que en Marruecos hay que regatear bastante para pagar el precio que toca.
Enseguida se nos acerca un taxista y empieza el tanteo: somos seis y necesitamos un vehiculo de los grandes, tipo vanette, o dos taxis. Al final acabamos metiendonos los seis en un solo taxi normal, amontonados unos encima de otros pero partiendonos de risa y pagando mas de lo que habiriamos pagado por dos taxis o por el monovolumen. Y para colmo nos deja a "5 minutos del hotel andando" que se convirtieron en 20. Eso si, nos pegamos unas buenas carcajadas viendo lo facil que le habia sido engañarnos. Ni que decir tiene que el taxista aun se reia mas, pero de lo primos que habiamos sido.
Despues de caminar por toda la calle arriba y abajo damos con el Ryad "Le palais des princesses" donde nos vamos a alojar. No nos decepciona. Es un lugar acogedor, muy bien decorado, con un estilo marroqui mezclado con el refinamiento frances. Realmente uno puede imaginarse alli a las "princesses". 
Nos encanta y despues de repartir las habitaciones decidimos salir a comer y despues a callejear y ver el palpitar de la ciudad roja.
Se llama asi por el color que tienen todas las casas, las murallas y edificios en la llamada capital del sur. Es un tono tierra, casi naranja, calido y de varias intensidades que se parece al adobe pero mucho mas calido.
En la primera comida pagamos la novatada. Mucho mas caro que otros restaurantes de la misma categoria, nos hicieron esperar la friolera de una hora y cuarto para castigarnos por no haber pedido el menu turistico carisimo de 18€ que nos ofrecian. La comida era saladisima, no nos acababan de traer los cubiertos que faltaban, el camarero estaba "missing" casi todo el tiempo...
Por la tarde nos vamos a la famosa plaza Djema el Fna. Todo un mundo de sensaciones, colores, olores, gentes diversas, sonidos, vendedores etc pueblan la plaza en un ir y venir , en un constante trajin, con el sonido trepidante de los tambores que parecen marcar el ritmo de la actividad en la plaza sonando sin parar durante horas. Siempre cambiante, mañana, tarde y noche, su aspecto cambia en una especie de turnos acorde con la hora del dia. Es agotador, y al mismo tiempo no hay prisa, pero cuando los tambores cesan se siente una sensacion de descanso enorme.
Me tomo uno de esos zumos de naranja que venden por 40 centimos de euro y aunque los demas habian dicho que ni locos se lo tomarian por miedo a la falta de higiene, lo cierto es que al final todos van dejando sus prejuicios y van cayendo seducidos por el buen aspecto que tiene y repetimos varias veces. Paseamos , compramos, regateamos y nos tomamos el tipico té a la menta en uno de las terrazas de la plaza.
Nos metemos por las callejuelas del zoco y ya vamos viendo algunas cosas para las compras que queremos hacer, tanteamos los precios y nos familiarizamos con la gente. Cenamos en la plaza, cada puestecito tiene sus "ganchos" para atraer a los clientes, una especie de relaciones publicas que se hacen la competencia a pleno grito. La cena bastante bien y el precio mucho mejor. Vemos un carterista en plena accion, tambien niños con pinta de estar abandonados y metidos en cosas malas. Algunos hambrientos tambien.
Al final del dia caemos rendidos en nuestras camas de colchon duro, pero agradable, y dormimos hasta la mañana siguiente.

El tercer dia

El desayuno en el comedor del ryad no tiene nada que envidiar a un hotel de cinco estrellas. El nuestro es uno de esos "alojamientos con encanto" donde cuidan el detalle. Desayunamos como principes con toda la tranquilidad del mundo en un ambiente de buen humor. Siempre surgen las conversaciones sobre el trabajo. Hablamos por los codos y nos preparamos para un dia largo.
Salimos a la plaza. Es domingo pero apenas se ve la diferencia, solo los bancos estan cerrados. la misma actividad febril en las calles de Marrakech. Hoy vamos a ver la parte nueva de la ciudad. Empezamos a caminar a lo largo de la muralla. Nos encontramos frente al hotel mas lujoso de marruecos "La Mamunia" pero no nos dejan visitarlo. Tenemos curiosidad, igual volvemos otro dia. Seguimos caminando bastante y por fin llegamos al centro de la parte nueva: una plaza con una fuente donde estan las tiendas internacionales. Alli esta Zara, Macdonalds, Mango etc y nos claban nada menos que 8€ por una Cocacola en una terraza normalita. Nos quedamos mas estafados que si nos hubieran atracado en plena calle. Eso si, nos lo tomamos todo con mucho sentido del humor.
Volvemos a la parte antigua, donde la vida parece de otro tiempo. Tiene un aire medieval pero con momentos de modernidad. A veces se ven pasar chicas montadas en sus motos, vestidas en vaqueros en un medio donde el resto de mujeres llevan el velo y  la ropa tradicional. 
Pero son sobre todo sus caras. Los rostros de la gente son antiguos, con las facciones muy marcadas. Rostros bereberes que nos dicen mucho del estilo de vida que llevan, estilo que   seguramente no seria muy distinto en la España medieval.
Mas zoco, mas tiendas, mas té a la menta; vemos un señor en la plaza que hace amuletos de la suerte con balas en las que mete pimienta y una serie de unguentos. Despues del regateo le compramos unos cuantos. Niñas vendiendo galletas, niños mendigos, pero parecen felices. 
Comemos en el restaurante Tubkal, recomendado por la guia del trotamundos. Se come estupendamente y al mejor precio de todos los que vimos en la plaza.
Es increible la cantidad de productos y cachivaches que se venden en Marrakech. Todo esta saturado de productos  de toda clase para vender. Sobretodo artesania. Artesanos de todos los gremios trabajan a la vista del comprador en algunas plazas y calles. 
Muchos de los productos estuvieron de moda en los años setenta y ochenta cuando  hippies de cualquier rincon del mundo occidental, viajaron a Marruecos y se enamoraron de sus telas, sus alfombras, sus lamparas etc y se las traian para venderlas en sus paises. Ahora estan pasados de moda pero aqui el turista se los sigue llevando.
Cenamos esta vez en un restaurante que servia pizza y hamburguesas al estilo occidental. Unos niños que pasan nos piden comida. Se ve que lo hacen siempre y el encargado sale a regañarles. Es un tema que provoca polemica entre nosotros. Yo les doy parte de mi cena, me parece que cualquier persona que pida comida debe ser atendida, al margen de cualquier otra consideracion, y mas si son niños. En Marruecos hay muchas cosas que te hacen pensar...
Terminamos la noche en la terraza del riad; estabamos muy despiertos, como motos, sin parar de hablar y de reir y nos sirvieron otro té a la menta...


El cuarto dia


Despues de desayunar como reyes nos vamos a patear la ciudad, primero al barrio de los artesanos que trabajan el metal para hacer  lamparas, lavabos, etc. Despues al mercado de las especias. Enseguida un niño de unos 11 años nos intenta llevar a su tienda..., y lo consigue.
Alli nos atiende un chaval un poco mayor y lo hace tan bien que al final hace un buen negocio. Ademas volvemos por la tarde y otro chico, el hermano mayor nos vuelve a atender con mucha habilidad y se lleva otro buen pellizco. Para vendernos té a la menta se enrrolla de tal manera que estamos alli dentro mas de hora y media.
Ser buen vendedor en Marruecos empieza por no querer decir el precio hasta el final y, si se ha trabajado bien al cliente, puede que el precio acabe siendo incluso mas caro que en España. Pero el turista se ira contento creyendo que ha regateado mucho y que ha hecho una buena compra. La renta per capita de Marruecos es 8 veces menor que en España y por tanto sus precios tambien son ocho veces mas bajos. Eso solo para los marroquies, no para los turistas. En nuestro caso los tres hermanos nos parecieron encantadores y se lo curraron mucho.
Nos vamos a ver la zona donde se tiñe la lana y las telas. Pequeños talleres donde humean grandes tinajas con tinte de diversos colores y un operario con un palo largo removiendo y aguantando los vapores que salen a altas temperaturas; el suelo lleno de restos de tinte y en el aire colgados los rollos de lana ya teñidos, listos para fabricar alfombras y lo que sea.
Ya por la tarde hacemos las ultimas compras del ultimo dia, el ultimo té a la menta y las ultimas fotos. Una de esas niñas vendedoras de galletas se queda con nosotros; no sabemos si le caemos bien o quiere vendernos toda la caja. Es muy guapa. Me hace pensar en nuestros alumnos. Somos un grupo de profes de un colegio que recibe alumnos de todos los paises. Niñas como esta que sonrrie para vendernos sus galletas. Cualquiera de estos niños puede ser nuestro alumno marroqui  mañana por la mañana. Me hacen recordar a  mohamed, fatima, fouad y tantos otros.
De vuelta a casa


El avion sale a la 1 del mediodia pero salimos temprano del hotel. Vamos a coger el bus pero se nos acerca un taxi y nos pide 12€. Aceptamos. Las maletas no caben. Hemos comprado una bolsa gigante para meter las compras y la llevamos tan llena que la hemos cerrado con cinta de embalaje. El taxista deja el maletero sin cerrar y pone un pulpo para que no se caiga el equipaje por la carrtera. Ya nos parece bien casi todo. Casi nos hemos adaptado al pais.
 La primera vez que visite Marrakech fue hace 22 años. Entonces el padre de mi hijo y yo eramos viajeros con mochila y  recorriamos el pais en transporte publico. Desde entonces casi nada ha cambiado en Marrakech. Soy yo la que he cambiado. Ahora soy una turista de fin de semana. Aun asi, ha sido una escapada genial.
Si quieres ver todas la fotos clica aqui  https://picasaweb.google.com/kar1809/Marrakech?feat=directlink